Algunas maneras de motivar a los niños a amar la vida escolar

Todo padre quiere que a sus hijos les guste la escuela y el aprendizaje. El aburrimiento puede surgir cuando los niños no ven la relevancia del trabajo escolar. Ahí es cuando los padres pueden aportar su experiencia personal a la mezcla. "Desarrollar relevancia personal, conectando con conocimientos previos, es profundamente útil para prevenir el bloqueo de la amígdala", dice el Dr. Willis, autor de How Your Child Learns Best. Hay maneras en que los padres pueden ayudar a sus hijos a construir una conexión positiva con la escuela, y estas son solo algunas formas en que los padres pueden alentar a sus hijos a esforzarse más en la escuela.


Muestre a sus hijos que se preocupa por sus tareas escolares.

Empiece por mostrarles a los niños que usted se preocupa por sus tareas escolares. Consulte con ellos cómo van las clases. Hágales saber que usted está ahí si necesitan ayuda con la tarea. Pregúnteles qué están aprendiendo sobre las tareas y qué les gusta (y qué no les gusta). Con los niños mayores, asegúrese de darles espacio también. Es posible que se sientan resentidos y menos motivados si sienten que los estás presionando.

Utilice refuerzo positivo

Usar refuerzo positivo ayuda. No es necesario darles grandes recompensas a los niños, pero incluso las pequeñas, como chocar esos cinco o unos minutos adicionales de tiempo frente a la pantalla, pueden marcar la diferencia. También es importante elogiar el esfuerzo, no los resultados. Por ejemplo, elogie a su hijo por terminar una tarea difícil o por tomar una clase que podría ser difícil. Nadie siempre obtiene las mejores calificaciones, así que asegúrese de que su hijo sepa que usted no espera la perfección.

También puede solicitar refuerzos si el trabajo escolar se está convirtiendo en una fuente de conflicto para usted y su hijo. Podría contratar a un estudiante mayor en la escuela de su hijo o en una universidad cercana para ayudar a controlar la tarea y aliviar el estrés de la familia. Hablar con el maestro de su hijo también puede brindarle una idea de su comportamiento y ayudarlo a trabajar en equipo para alentarlo.

Intenta no presionar

La frustración puede afectar a la amígdala del mismo modo que el aburrimiento, pero también puede ser más profunda. Cuando los niños comienzan a tener dificultades, los padres deben reconocer si su hijo está cayendo en territorio de crisis. Cuando la frustración abruma, los expertos dicen que lo mejor es tomar un descanso o incluso dejarlo por la noche. "Es mejor preservar una buena relación entre padres e hijos", afirma Musoff. "No se gana nada pujando cuando un niño está en un estado de excitación".

Centrarse en su entorno

Los padres pueden limitar el estrés de las tareas elaborando rutinas familiares confiables, asegurando que los niños tengan tiempo para completar sus tareas de aprendizaje. Más allá de un horario, observe qué tipo de entorno prefiere su hijo para completar la tarea. Quizás el niño quiera tener a sus padres cerca. Quizás deseen estudiar solos. De cualquier manera, los investigadores dicen que lo mejor es permitir que los niños tengan tantas opciones como sea posible.

Controle sus sentimientos.

Finalmente, asegúrese de controlar sus sentimientos. Si se siente muy frustrado o enojado por el desempeño escolar de su hijo, un terapeuta o un grupo de apoyo pueden ayudarlo.